los barcos sencillos, que uno mismo puede arreglar/mantener/construir, tienen algo especial. Cuando además un diseño es como este, simple y contundente….. bueno, qué más decir.
http://agalegainfo.crtvg.es/videos/?emi=1999&corte=2008-03-16&hora=15:05:54&canle=tvg2#
He traducido al castellano como he podido el slow sailing manifesto. Me viene de maravilla. Es tal cual cómo navego yo.
Lo he encontrado en the invisible workshop y tirando del hilo he llegado a el mar es el camino.
Con las dos versiones , inglesa y catalana, hice una traducción al castellano. Aquí os la dejo:
Lo importante no es el barco, sino tu relación con él y el mar. No importa la eslora, precio o equipamiento. Tando da si es un bote de remos como un gran yate. Lo que importa es que no lo consideres un objeto más de los que tienes, sino un compañero de viage con el que puedes aprender sobre el mar y, más importante, sobre tí mismo.
pasa tiempo a bordo de tu barco, incluso si está amarrado a puerto. Haz del barco parte de tu espacio vital. Trabaja en él, de manera que parte del barco sea obra tuya y que alguna parte de tu obra esté ligada al barco. Esto aumentará tus lazos con el barco.
Deja las prisas y preocupaciones en el puerto cuando sales a navegar. Sal sin hora de vuelta, como si salieses siempre para un largo viaje. Olvida el reloj y guíate por el sol. Si eliminas velocidad y tiempo de la ecuación, te quedas sólo con el espacio: el mar.
Navega sin un curso ni destino. Simpremente navega, déjate llevar por el mar y el viento. No pienses en las millas hechas ni en las que faltan. No vayas a ningún lado. Sólo navega y disfruta del momento.
Desconecta la electrónica y navega como se hacía siempre. Aprende a no depender de los instrumentos. ¿cuánto tiempo hace que no tomas una demora o la altura de un astro?. Sitúate y dibuja el rumbo en una carta de papel. Olvídate del catavientos. Siente el viento en la cara. Aprende el arte de navegar que es el que define a los verdaderos navegantes.
Desconecta el móvil y apaga la música. Corta tus ataduras con la tierra. Escucha el murmullo del mar, la ola de proa, el flameo de las velas, la respiración del mar.
No te aferres a la caña o a la rueda. Cede el timón a algún tripulante. ¿cuánto tiempo hace que no te tumbas en cubierta o te sientas en proa con los pies colgando?. Si vas solo, amarra el timón, equilibra las velas y déjate llevar. Confía en la tripulación y en tu barco.
Escribe un diario de navegación. Describe con detalle las salidas que haces y anota las sensaciones que experimentes. Así podrás conservar las emociones de cada salida y revivirlas mucho tiempo después.Comparte estas experiencias y emociones con otras personas como mejor puedas, en un blog como este o de cualquier otra forma.
no abandones a tu barco. Él no lo haría.
contempla el mar durante un rato dodos los dias. Deja su energía fluir dentro de tí y llévala a donde vayas.
Amara el barquito 